lunes, 18 de octubre de 2010

Desilusiones disfrazadas de oportunidades

Pues les comento que la frase anterior es parte del título de mi ensayo, el cual redacté para la clase de Comunicación Profesional, materia que llevo en mi primer semestre de la carrera de Lic. en Ciencias de la Informática que curso orgullosamente en UPIICSA, del IPN.



Este ensayo trata sobre la palabra DESILUSIÓN, mas que nada de lo que significa para mí.
En este hablo de que la desilusión para mí tiene dos enfoques: uno positivo y uno negativo. Pero para comenzar les daré información sobre la palabra:

Significado: Impresión negativa que experimenta alguien al comprobar que la realidad de algo no responde a la esperanza o la ilusión puestas en ello.

Pero para no hacerle mucho al cuento mejor les muestro a continuación mi hermoso ensayo; ya saben que esta hecho según mi punto de vista, así que si tienen algún comentario sobre este, pues ponganlo, claro, todos los comentarios, buenos o malos, son bien recibidos.
Bueno mi ensayo es el siguiente:

"LA VIDA ESTA LLENA DE DESILUSIONES DISFRAZADAS DE OPORTUNIDADES"

“Aquellos que ven en cada desilusión un estímulo para mayores conquistas, ésos poseen el recto punto de vista para con la vida”.
                                                                                                                     Johann W. Goethe.
Para comenzar este ensayo quiero aclarar el tema en el cual me enfocaré durante todo el escrito, el cual es: LA DESILUSIÓN.
Lo primero de lo que me gustaría hablar es del significado de la palabra. Primero localicé algunos sinónimos: desencanto, contrariedad, desengaño, Desengaño, frustración, desencanto, desaliento, desesperanza, amargura, pena, aflicción, contrariedad, desánimo, despecho, sorpresa, chasco, asombro, disgusto, fiasco, desacierto, error, yerro, pifia, equivocación, engaño, fracaso, escarmiento, plancha, arrepentimiento. No me ayudaron mucho para formular un significado así que busqué en el diccionario, y lo que encontré es lo siguiente: acción y efecto de desilusionar o desilusionarse. Como pueden observar no dice mucho, la verdad para mí no explica nada, por lo cual decidí seguir buscando. El siguiente medio que ocupé fue Internet, y esto es lo que encontré: Desengaño, decepción, impresión que se experimenta cuando alguna cosa no responde a las expectativas que se habían creado.


Después de leer el significado anterior empecé a comprender la palabra y también comenzaron a surgir dudas; dice que la desilusión se experimenta cuando alguna “cosa” no responde a las expectativas creadas, pero, ¿a qué se refiere con cosa? Me puse a pensar y deduje que se refería al objeto en el cual creamos nuestras expectativas, y objeto puede ser una persona, una acción, una actividad, en realidad implica muchas situaciones y en diferentes contextos. También define a la desilusión como una “impresión”, a mi parecer, ya que se puede sentir, no físicamente, sino en una cuestión de sentimientos, la defino como tal, como un sentimiento. Como no me satisfizo completamente este significado busqué otro y encontré: Impresión negativa que experimenta alguien al comprobar que la realidad de algo no responde a la esperanza o ilusión puestas en ello.

Ya con dos diferentes significados me propuse crear uno propio, tomando frases de ambos, y mi significado quedó de la siguiente manera: sentimiento negativo que experimenta alguien  al comprobar que la realidad sobre algo o alguien no corresponde a las esperanzas, ilusiones o expectativas creadas o puestas en ello. El significado que yo formulé me gusto más que los anteriores pero, al estar analizándolo descubrí que, aunque es verdadero, para mí significa también una experiencia positiva, lo cual muchas personas lo consideran falso; por esta razón este ensayo tiene la intención de convencerlos de lo contrario.
A mi parecer, la desilusión es un sentimiento de doble valor; puede ser negativo o positivo, o también ambos, no al mismo tiempo, pero el primero puede llevarnos al otro. El valor negativo siempre, o la mayoría de las veces, es el primero en llegar.
Al formular expectativas o ilusiones, que son creadas por nuestra mente como hechos que en verdad deseamos que sucedan o, hablando sobre personas, como queremos que una persona sea o reaccione, podemos llegar a engañarnos a nosotros mismos, ya que estas ideas hay veces que no tienen fundamento; esto significa que las creamos partiendo de algo imaginario, de algo que no es seguro, pero lo que sí es seguro es que sí queremos, hasta deseamos, que sea verdadero. Esta última parte es la que nos lleva directamente a lo negativo de la desilusión, porque es tan grande el deseo de que lo que pensamos sea verdadero que comenzamos a creérnoslo; se puede decir que nosotros mismos nos llevamos al camino de la desilusión, y no es culpa de los demás, sino nuestra, por engañarnos, por no basar nuestras expectativas en hechos reales.
Cuando pasa el “trago amargo” de la desilusión, la mayoría de las personas nos ponemos a pensar en lo que sucedió, a reflexionar; esto no quiere decir que sea una reflexión en la que nos demos cuenta de que nosotros tuvimos la culpa y reconozcamos nuestros errores, pero si llegamos a la parte positiva. En esta comenzamos a aceptar de manera favorable la parte negativa de la experiencia, y la tomamos como un desengaño, para nuestro bien, lo que conocemos también como un “despertar”, un “abrir de ojos”, lo cual nos permitirá tomar esta experiencia con sabiduría, convirtiéndola así en aprendizaje y, de esta manera, logrando generar OPORTUNIDADES, las cuales, si las sabemos identificar y aprovechar, nos llevarán a la conclusión de que esa desilusión fue lo mejor que nos pudo haber pasado.

De esta forma dedujimos que la desilusión se puede visualizar de dos formas diferentes y que depende de cada persona elegir cual le conviene más; si alguien quiere sufrir siempre, quiere vivir lamentándose por lo sucedido, no continuar y no obtener ningún aprendizaje de las experiencias (buenas o malas), entonces lo más conveniente para este tipo de personas, es quedarse encerradas en la parte negativa; pero si se toma como un “abrir de ojos” o un desengaño, entonces esas personas, lograrán verlo como una oportunidad y podrán encaminarse a lo que realmente querían, tomando en cuenta los errores cometidos con anterioridad y el aprendizaje obtenido; esto quiere decir que lo tomaron de forma positiva.


Para finalizar mi conclusión es: cuando comprendamos que, de acuerdo con nuestras acciones, tenemos lo que debemos tener y que todo se da como se debe dar, es entonces que podremos crear expectativas sustentadas en la realidad de acuerdo con nuestros legítimos deseos, pero nunca nos sentiremos desilusionados, pues sabremos entender que los resultados de nuestras acciones no serán ni más ni menos que los que generamos para nosotros mismos.

Bueno, pues espero que los haya puesto a reflexionar, más que nada a las personas que cuando pasan por una situación de este tipo se deprimen y casi se quieren morir, va enfocada a ustedes, para que sepan que también existe un enfoque positivo en toda situación. Asi que, suerte con sus problemas y recuerden que SIEMPRE HAY QUE VER HACIA ADELANTE!!!



Mis mejores deseos... Ilse♥♥♥